Las elecciones del 27-S han sido calificadas de trascendentes, decisivas, históricas, inéditas, etc. Para muchos ciudadanos son peligrosas.
Son unas elecciones de doble filo: convocadas como parlamentarias han sido transformadas por Junts pel Sí en plebiscitarias, ello exige actuar con extrema precaución a la hora de votar. Si alguna candidatura obtiene margen para aplicar la versión separatista, las cosas no están en absoluto claras. Conviene prevenir el menor riesgo porque la confusión es completa. Un voto no es un décimo de lotería, hay que asegurar la inversión.
¿Quiénes, por interés propio, votarán con especial cuidado? En principio, bastantes ciudadanos, por ejemplo:
Los que perciben prestación contributiva o no contributiva: jubilación, viudedad, orfandad, incapacidad transitoria o permanente, desempleo, etc.
Los que tengan reconocidos días o períodos de cotización en su informe de vida laboral.
Los que hayan obtenido título universitario, académico, de formación o el carnet de conducir emitido por el Reino de España. El nuevo estado podría exigir convalidación, homologación o reválida.
Los que viajen al extranjero. Si el nuevo estado no fuera reconocido por la comunidad internacional, podrían quedar en un limbo legal que les dejaría inmovilizados o tenidos por apátridas.
Los que tengan asuntos judiciales en trámite o puedan tenerlos. ¿Qué ley procesal y de fondo se aplicaría mientras el nuevo estado no hubiese aprobado sus propias leyes? Además, quedarían cerrados los accesos a los tribunales internacionales por falta de adhesión a los Tratados correspondientes.
Los que perciben subvenciones de la UE.
Los accionistas, trabajadores y empleados de empresas que mantengan relaciones comerciales con España y el resto del mundo.
Los que consideren que quedar excluido de la UE es un retroceso irreversible o piensen que la permanencia en ella no puede ser objeto de la menor incertidumbre.
Los que utilizan servicios bancarios tanto de activo como de pasivo y el personal de las entidades.
Los que buscan estabilidad y seguridad para desarrollar sus actividades con normalidad, tranquilidad y sin sobresaltos innecesarios.
Hay más motivos. Cada elector podría añadir alguno en la lista. Enviar sugerencias.
M. Riera