El pasado jueves 1 de octubre, agentes de la Policía Local de Arenys de Munt, mientras realizaban un control de Tráfico y Seguridad Ciudadana, realizaron la detención de unos presuntos traficantes de marihuana. Los cazaron por el olor del vehículo.
Al parecer, según han informado desde el Ayuntamiento, los agentes hicieron parar un vehículo que circulaba con la ITV caducada desde el 2014 y que en el momento de detenerse levantó la sospecha inmediata de los agentes por la fuerte olor a marihuana que provenía de su interior. Ante estos hechos los agentes registraron el vehículo y localizaron en el maletero una bolsa de basura que contenía 3 bolsas precintadas con un total de 1.100 gr. de cogollos de marihuana.
Debido a la cantidad de marihuana que llevaban, los tres ocupantes del vehículo fueron detenidos por un presunto delito contra la salud pública y se pusieron a disposición de Mossos.
Los agentes de la Policía Local continuaron haciendo gestiones para averiguar la procedencia de los cogollos de marihuana y se localizó una vivienda en Arenys de Munt, que presentaba indicios de que en su interior se cultivaran estas plantas. Justo delante de la vivienda había estacionado el vehículo de uno de los tres detenidos.
Toda esta información se pasó a la unidad de Investigación de Mossos que el día siguiente hizo una entrada y registro en el domicilio donde encontraron unas 750 plantas, en diferentes fases de crecimiento, repartidas en tres estancias de la vivienda. Los propietarios de la plantación, además, habían conectado la instalación directamente a la red de la compañía eléctrica. También se detectó una conexión alternativa a la red de gas. Ambas conexiones alternativas, que estaban físicamente muy cercanas, suponían un gran peligro de explosión, según manifestó un técnico de la compañía.