Los Mossos d’Esquadra fueron sobre seguro a la hora de realizar una redada contra el tráfico de estupefacientes. En la madrugada del pasado día 24 de octubre, una treintena de efectivos de la policía catalana con apoyo de la Policía de Mataró, realizaron un registro en la discoteca Casablanca situada en el Port de Mataró. Allí, según informa el diario local Capgros, identificaron a unos 80 clientes con el resultado de que la mayoría tenían antecedentes policiales y localizaron importantes cantidades de droga – cocaína, hachís, marihuana y éxtasis- repartidas por todo el establecimiento. Varios de los poseedores de droga – entre ellos el responsable del local- han sido denunciados por tenencia. También detuvieron al portero de la discoteca, un hombre de nacionalidad marroquí de 30 años y vecino de Premià de Mar, por tenencia ilegal de un arma de fuego.
La acción policial, según informa el diario de Mataró, se llevó a cabo después “de que se registraran numerosas peleas e incidentes contra el orden público desde la apertura del local, el verano pasado, tanto en el interior del mismo como en su entorno”. “Los protagonistas de las peleas- señala la información- habían usado en más de una vez armas blancas, creando sensación de inseguridad al resto de usuarios del Puerto”. “En los controles policiales que los Mossos efectuaron durante las semanas previas a la operación detectaron que algunos clientes se dirigían al local en posesión de drogas, y se desprende que lo hacían para consumirlas en su interior”, se explica.