La palabra conseguidor/ se ha puesto tan de moda/ que emula la de mangante,/ chorizo, o bien ladrona;/ que el sexo es lo de menos,/ para todo aquel que roba.
Muy mal uso se le da
llamando conseguidor,
a los mezclados en tramas
con visos de corrupción;
a esos que simplemente
se tacha de presunción.
No hay titular en la prensa
que no apunte a algún chorizo,
y no a los de Cantimpalos
sino los de ¡a ver que guindo!
Que no hay rincón en España
donde no estén esos pillos.
Unos van descamisados
y otros muy bien vestidos;
unos con cuello y corbata
y otros poco lucidos
pero, en definitiva,
del gremio de los “chorizos”
Francisco Barbachano