La última encuesta del CIS pone en evidencia que el socialista del PSOE señor Sánchez, cometió un error al negarse antes de aceptar la propuesta del Rey a hablar, dialogar, negociar, pactar con el partido que ganó las elecciones generales del 20-D.
Es lo que ocurre cuando alguien ignora la voluntad del pueblo y se empecina en satisfacer sus ambiciones en vez de tomar en consideración lo que más conviene a la colectividad. En este caso, la colectividad se llama España que es un país con experiencia, pero, que le falta en conjunto un poco de cultura política contemporánea.
La pregunta que se hacen muchos ciudadanos preocupados es por qué el señor Sánchez y sus asesores personales (en el supuesto de que los tenga o, si los tiene, en el supuesto de que les haga caso) no han tomado como referencia el modelo de la República Federal de Alemania y dejan de marear la perdiz y permitan se constituya un gobierno de gran coalición entre el centro-derecha y el centro-izquierda. Es una fórmula que funciona perfectamente tal como está más que probado, refrendaría el prestigio español logrado en los últimos tiempos y acabaría de un plumazo con la incertidumbre.
Pero no, el socialista del PSOE señor Sánchez quiere sentir cuanto antes la sensación que se experimenta cuando uno vive en la Moncloa y no le importa convertirse en usurpador de un cargo político que la mayoría del pueblo ha entregado a otra persona. Obviamente eso no significa que si lo consigue, sea ilegítimo.
No será ilegítimo pero al pueblo le quedará un regusto en la boca que sólo desaparecerá si el socialista del PSOE señor Sánchez sorprende a tirios y a troyanos y gobierna de una forma tan impecable que haga olvidar a sus predecesores, principalmente al señor ZP. El PSOE no resistiría a un segundo ZP, el país sí que lo resistiría porque siempre le queda el PP para que reconduzca la situación.
El socialista del PSOE señor Sánchez si quiere triunfar va a tener que dejar contentos y satisfechos no tan solo a sus votantes sino a los del PP, a los de Podemos, a los de Ciudadanos, etcétera. Y no tan solo a toda esa gente sino también, en especial, a la señora Merkel y a los señores de la Comisión Europea.
Mientras anda liado preparando su ascenso a la gloria, el socialista del PSOE señor Sánchez, no ha hecho ninguna alusión a cómo será la relación España/UE durante su mandato. Se intuye que no lo sabe ni sabe como manejará el recorte de déficit exigido. Si convierte en vice-presidente al socialista de Podemos, lo más probable es que la relación sea de desafío, lo cual sería muy contraproducente porque daría alas al desafío separatista catalán.
M. Riera