Con modestia uno puede decir que ya tiene una edad. No entiendo la expresión “modestia”, pero, bueno, seamos modestos. Pues bien, en toda la existencia de un servidor nunca se había encontrado con actos como los que está viviendo últimamente. Dejemos a parte ideología y pensamientos que pueden ser innatos o aprendidos. Lo importante o lo cierto es que se están traspasando una serie de líneas rojas, como les gusta decir a los del PSOE. Y es ahí donde uno empieza a quejarse.
Tenemos una entrega de premios en Barcelona donde se blasfema sobre el Padrenuestro. Tenemos una serie de impresentables que malinterpretan unos conceptos que, buenos o malos, forman parte de la cultura de nuestro país. Tenemos a otros que pretenden establecer una republica. Tenemos otros que si esto, que si lo otros.
En definitiva, hemos convertido nuestro país es un oasis para todos aquellos que están en contra de algo y lo pueden explicar abiertamente y aquí no pasa nada. Pues no! Aquí tiene que pasar algo porque no todo vale.
Algunos les gustaría cambiar la historia de España y hacer convertir la guerra civil en otra cosa. Los de izquierdas desearían haber ganado la guerra y los de derechas se sienten incómodos por haberla ganado. Vamos a ver. La guerra civil terminó hace muchos años. Nuestros hijos la estudiaran. Algunos tendrán la suerte de conocer a unos abuelos que la sufrieron. La mayoría no. Es tiempo de superar guerras. Los que pasa es que una guerra civil marca diversas o varias generaciones y algunos desean empezarla cada día, porque así mantienen vivo un espíritu que murió el mismo día que se inició la guerra. Una contienda entre hermanos, una guerra civil, no es motivo de conflicto, es una pena para un país. Algunos esto aún no lo han visto ni lo han asimilado.
También la derecha es culpable. Se sienten mal por haber ganado una guerra y piden perdón por los 40 años de franquismo. Dejémonos de una vea de estupideces! Nadie ganó la guerra civil y lo del franquismo fue un hecho deleznable, que no se debe volver a producir, y que marca un antes y un después en la vida de España.
Tengamos en cuenta que llevamos más años de democracia que de dictadura. Algunos esto quieren olvidarlo. Creo que las cosas se hicieron bien durante la transición, aunque algunos hoy no quieran reconocerlo. Debemos mirar hacia adelante y no hacia atrás. Sólo así conseguiremos ser lo que somos: un gran país.
Respecto a los impresentables pues, bien, siempre ha habido seres deleznables que han inundado teatros y pantallas de televisión con actos indignos. Se quiso, en su momento, encumbrar a Rubianes y, sinceramente, era un personaje barriobajero, carente de respeto, y poco recomendable. Lo mismo pasa con otros personajes que se están haciendo famosos o intentan dicha fama menoscabando o vilipendiando unos principios que todos aprendimos. Buenos o no forman parte de nuestra tradición cultural.
En definitiva, alguien tiene que poner control a lo que está pasando porque una cosa es la libertad y otra el libertinaje y, me parece que hay mucho más de los segundo que de lo primero. Porque la libertad se consigue por méritos propios. Lo segundo es querer imponer algo a alguien coaccionando su libertad.
César Alcalá