El Ayuntamiento de Premia de Mar ha recibido una notificación judicial para colgar la bandera española en las dependencias municipales. La notificación responde a un recurso presentado por la Delegación del Gobierno en Cataluña para que el Ayuntamiento aplique la Ley de Banderas en la que se señala que la enseña nacional debe ondear en el balcón consistorial junto a la catalana y la local. El Ayuntamiento de Premià de Mar tiene hasta el 26 de abril para presentar un recurso. La fiscalía, sin embargo, puede pedir igualmente que la sentencia se ejecute de forma provisional mientras no se resuelve el recurso. El alcalde de Premià, Miquel Buch, reunió esta semana a las entidades y partidos soberanistas con el objeto de adoptar una decisión común sobre esta cuestión. Sobre la mesa están diferentes opciones como obedecer la sentencia y dejar testimonio de disconformidad de la misma mediante un acto público o bien una placa en la fachada de la casa consistorial. Por el momento no hay ninguna decisión en firme.
Lo que si hay, a cuenta de esta sentencia, es polémica política. Tanto Ciutadans, en la oposición, como el PSC, socio de gobierno de CiU, son partidarios del cumplimiento de la legalidad. El portavoz del grupo municipal de Ciudadanos (C’s) en el Ayuntamiento de Premià de Mar, José María Cano, ha crticado la falta de «sentido institucional y el sectarismo» del alcalde Miquel Buch a quien ha acusado de «llevar años incumpliendo la ley de banderas y faltando al respeto a la pluralidad de los premianencs por razones ideológicas» y le ha acusado de poner el Ayuntamiento al servicio del proyecto separatista en lugar de «gobernar para todos, de forma inclusiva y buscando acuerdos para mejorar los servicios que reciben los premianencs».
La sentencia, explican desde Ciutadans, anuncia que se condena en costas al Ayuntamiento, que el portavoz de Ciudadanos exige que pague el alcalde Miquel Buch «de su bolsillo» advirtiéndole de que «tomarán acciones» si pretende pagarlas con dinero público «que no se debe utilizar para pagar los caprichos y la falta de responsabilidad del alcalde sino para hacer frente a las necesidades de los premianencs».
No es la única polémica abierta. En el pleno de este miércoles, 20 de abril, cuando la cuestión era ya conocida, la Crida Premianenca, partidaria de la desobediencia a la decisión judicial, presentó una moción por la vía de urgencia en este sentido. La moción fue rechazada por CiU y ERC, entre otras fuerzas. La Crida Premianenca, por ello, cargaba en su web contra ambos partidos con inusitada dureza.
La Crida Premianenca afirma que “Miquel Buch, «joven promesa» de convergencia segundo La Vanguardia, recupera así una forma muy conocida de actuar de su partido, retórica inflamada que no se ve reflejada en la acción. De hecho ya se ha dicho públicamente que la organización que están levantando a partir de una Convergencia caduca y rellena de corrupción ni siquiera será independentista sino soberanista. Nuestro alcalde abarca así el giro autonomista y se asegura no correr riesgos políticos en su promoción personal. Miedo a la inhabilitación, miedo a perder el poder” .
Consideran también que “Por otra parte ERC de Premià actúa de una forma difícilmente justificable ante sus bases, cediendo a la primera de cambio de forma incomprensible. Vergonzosa complicidad con la ofensiva del Estado”.