Los Mossos d’Esquadra han desarticulado una organización criminal formada por 16 personas que actuaba en toda Cataluña y que se había especializado en estafar a personas mayores haciendo pasar por falsos revisores del gas. A los miembros de este grupo se les acusa de pertenencia a grupo criminal, de obstrucción a la justicia, falsificación de documento público, estafa e intrusismo profesional.
Los agentes iniciaron la investigación en octubre del año pasado y ésta finalizó el 23 de mayo de este año con un detenido y 12 investigados. Los investigadores no descartan nuevas detenciones en los próximos días.
El grupo formaba parte de una empresa subcontratada dedicada al mantenimiento y la revisión de productos y servicios de una de las compañías de suministro oficial de gas que operan en nuestro país. El grupo usaba esta empresa como una tapadera para estafar personas de edad avanzada ofreciendo un servicio que no necesitaban a precios desorbitados. En algunos casos a las estafas también se habrían añadido hurtos.
La organización estaba claramente estructurada y jerarquizada y el modus operandi empleado era, en la mayoría de los casos, muy parecido. Los fines de la empresa se ocupaban de seleccionar víctimas a través de portales informáticos. En estos portales hacían búsquedas de nombres propios en desuso o poco habituales, ya que solían pertenecer a gente de edad avanzada.
Con las víctimas localizadas eran los operarios los que se desplazaban hasta sus domicilios. Cuando actuaban, mostraban una tarjeta acreditativa de su empresa con el logotipo del Departamento de Industria y Energía de la Generalitat de Cataluña, que los identificaba como instaladores del gas. Esta tarjeta era, sin embargo, falsa y llevaba en el engaño.
Los falsos operarios informaban las víctimas que había que hacer reparaciones en sus calderas o radiadores y que, de no hacerlo, se ponían en peligro, ya que la instalación no estaba en buenas condiciones. Una vez hechas las reparaciones los cobraban grandes cantidades de dinero en efectivo. Se ha dado el caso de que, aparte de estafarlas, también se llevaban joyas y dinero de los domicilios.
Finalmente, el dinero estafado se distribuía en diferentes cuentas corrientes, los cuales estaban asociados a los jefes de la empresa.
Tras el engaño, explican desde los Mossos, “las víctimas sufrían un fuerte susto emocional y estaban muy atemorizadas, hasta el punto que se negaban a abrir la puerta a nadie que llamara por miedo a volver a ser engañadas”.
Los mossos han podido relacionar los sospechosos con 50 víctimas, sin embargo la investigación continúa abierta y no se descartan nuevos hechos. El grupo tiene varios antecedentes policiales por delitos similares, alguno de ellos de otros cuerpos policiales
Los detenidos, tras pasar a disposición judicial, quedaron en libertad con cargos.