Agentes de los Mossos de la comisaría de Mataró detuvieron el pasado 23 de junio a un hombre y a una mujer, de 54 y 38 años respectivamente, de nacionalidad española y vecinos de Calella, como presuntos autores de 141 delitos de falsedad documental (recetas falsificadas), un delito contra la salud pública (tráfico de drogas), un delito de estafa al Servei Català de la Salut pública y un delito de hurto (por la sustracción de un bolso de mano que contenía el sello falsificado).
El grupo estaba formado por cuatro personas, dos de ellas están en busca y captura, la mujer que vendía las recetas médicas a los arrestados y el hombre que robó el bolso a una médica con su sello profesional dentro.
Los dos detenidos se hicieron con los talonarios de recetas en blanco y el sello profesional y los llenaban con información falsificada y finalizaban con el sello profesional sustraído. Las recetas eran de medicamentos anfetamínicos y benzodiacepinas, todos ellos generan una fuerte adicción y alguno de ellos se relaciona con la composición de la droga «karkubi», muy popular en Marruecos. El uso final de estos medicamentos era, presuntamente, su venta ilícita.
A mediados de abril los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana detuvieron a dos personas. Durante el registro, los agentes encontraron varias recetas que parecían falsificadas, una de ellas estaba en blanco, y 410 pastillas de la familia de las anfetaminas y de las benzodiazepinas.
Se da la circunstancia de que estas dos personas ya tenían varios antecedentes previos. Ante la posibilidad de que las recetas fueran falsificadas y que, por tanto, la medicación se hubiera obtenido de forma ilícita, se intervino todo el material y se inició una investigación.
La investigación, realizada durante los meses de abril y junio, la lideró el Grupo de Delincuencia Urbana de Mataró con la colaboración del Área de Farmacia del Servei Català de la Salut. Los agentes supieron que las recetas intervenidas pertenecían a dos talonarios sustraídos en octubre del 2017 en el Área de Urgencias del Hospital de Blanes y que cada talonario contenía, aproximadamente, 100 recetas.
Los investigadores determinaron que se habían confeccionado un mínimo de 141 recetas falsificadas de estos medicamentos. El Servei Català de la Salut comprobó que entre los meses de febrero y abril se habían dispensado, en las diferentes farmacias afectadas, medicación por valor de 665 euros. Aunque es muy probable que las falsificaciones comenzaran mucho antes y el valor sea superior. Las farmacias en las que adquirían los medicamentos abarcaban un área que iba desde Pineda de Mar hasta Barcelona ciudad.
La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones relacionadas con estos hechos.
Los arrestados pasaron a disposición judicial el 25 de junio y el juez decretó libertad con cargos para los dos.