El Departamento de Treball, Afers Socials i Families de la Generalitat ha anunciado que ha decretado el cierre cautelar e inmediato de la residencia privada Maricel de Canet de Mar. El cierre explican desde el departamento se realiza «a raíz de las graves irregularidades detectadas por el servicio de inspección».
Las infracciones constatadas son «muy graves» y tienen que ver con la falta de personal, el incumplimiento de protocolos y la obstaculización de la acción inspectora.
Desde el Departamento se ha comunicado la decisión a la dirección del centro y también se ha informado a todas las familias de los 36 residentes actuales que tienen garantizada una plaza en otra residencia.
Todas las plazas de este centro son de financiación exclusivamente privado.
La tarea de la inspección en esta residencia, según se ha informado, comenzó el mes de noviembre pasado, cuando se decidió abrir un expediente sancionador y se detectaron hasta 5 posibles faltas muy graves y 1 de grave. Además, ya entonces para hacer frente a un brote de Covid-19 se intervino la residencia y se hizo un cambio en la gestión del centro en favor de Suara Serveis, que tomó las medidas necesarias para reconducir la situación y garantizar la asistencia y correcta protección a las personas mayores que viven en ella.
Según la Generalitat, la residencia ahora mismo no tiene ningún caso de Covid-19 y la intervención del nuevo gestor «ha permitido introducir mejoras en el funcionamiento del centro, por ejemplo, más dotación de personal y más formación, pero la propiedad no se ha comprometido ni a mantener estas soluciones ni facilitar el seguimiento y el control de la situación». Esto, concretan ha llevado a tomar «la determinación de decretar el cierre cautelar de las instalaciones».