Cada día queda más claro que la lista de Junts pel Sí, no es otra cosa que la “lista de Mas”. El intento de “vender” a la Sociedad catalana que la lista presidida por el execosocialista Raül Romeva es una lista de la Sociedad civil sumada a los integrantes de algunos partidos como CDC y ERC, ya no se sostiene.
El falso cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, después de sembrar algunas dudas al respecto, ha dejado finalmente claro que, en caso de que la lista se imponga, el próximo presidente de la Generalitat será Artur Mas.
El candidato de la CUP a la presidencia de la Generalitat, Antonio Baños, criticaba en una entrevista este lunes que CDC se presenta «desde una segunda línea, amparados por muchos nombres de la sociedad civil muy conocidos para que la gente piense que es la gente quien gobierna la lista, aunque es Convergència».
Y ni en el caso de Baños ni de Romeva estamos hablando de personas que vayan en contra del proceso independentista ni que quieran perjudicarlo.
Estamos hablando de personas que son lo bastante honestas para ver que la mentira de la lista unitaria y popular, construida por la gente, ya no funciona.
Hay que agradecerles este gesto y recordar que eso mismo se había dicho ya antes desde formaciones catalanistas como Unió, desde posiciones federalistas, como la de los socialistas o Catalunya Sí es Pot, y ya no digamos desde las abiertamente contrarias a la secesión como las del Partido Popular o Ciutadans.
Ahora, ya que quien habla no es un botifler, puede que muchos independentistas de buena fe se quiten la venda de los ojos y acepten lo que es evidente para todos los demás, que la lista de Junts pel Sí es la lista de Mas.
Ahora ya queda claro que tras el 27S, tengan muchos o pocos diputados, los integrantes de la sociedad civil que enmascaran Junts pel Sí, desaparecerán y los que tomarán la rienda serán los políticos que ahora están en un segundo plano. Volverán los Artur Mas, Josep Rull, Jordi Turull, Oriol Junqueras, Marta Rovira, Toni Comin…
Y habrán sido votados sin un programa electoral claro, con las manos libres para hacer y deshacer a su antojo en sanidad, educación, Bienestar social…
Si eso sucede, las elecciones al Parlament de Catalunya del 27 de Septiembre pueden convertirse en el mayor timo de nuestra reciente historia democrática.
Jordi Abayà