El milagro del empate a 1.515 votos en la asamblea de la CUP, ha dejado patidifusos a los demócratas que en cuestiones de democracia no creen en las coincidencias matemáticas, pero, entienden que la CUP nunca jugaría con los votos de los 3.111 acreditados inscritos y no piensan poner en duda que la coincidencia se diera porque así parece que lo testificó el recuento y, se supone, lo confirmaría el o los fedatarios del acta de la reunión.
¿En las asambleas políticas antisistema se extiende acta? Las crónicas del evento no lo aclaran. La primera votación reunió 2.989 votos, la segunda 3.022 y la tercera 3.030. Total son 9.041 votos. ¿Cuánto tiempo se necesita para que, previa verificación de datos, voten 9.041 personas y cuánto tiempo se invierte en hacer el escrutinio?
La emisión y control de 9.041 votos en un solo acto, hace presumir que la asamblea fuera de lo más tediosa y ello pudo crear una especie de increíble telepatía divergente al 50% entre los asistentes. Ciencia ficción real. Verdaderamente la CUP es un pozo sin fondo de sorpresas. En las quinielas, nadie imaginó el empate ¿o sí?
Someter durante tres meses y seis días a la tortura de la incertidumbre a los 1.620.973 ciudadanos que el 27-S optaron por la amalgama CDC, ERC e independientes, es una crueldad. Atenta contra la integridad psíquica del individuo. Las personalidades que configuraron la lista de JxSí, sobre todo los cinco primeros puestos, tendrían que haber gozado de la visión necesaria para evitar ese tormento a sus adeptos. Inmediatamente después del segundo intento fallido de investidura, hubiesen demostrado una excelente capacidad política cerrando las negociaciones y anunciando nuevas elecciones sin más dilación y con la firmeza y seguridad del que pretende gobernar con eficacia y eficiencia. Con lo que han hecho sólo prueban avidez de poltrona, lo cual conlleva riesgo para el pueblo.
JxSí se ha puesto en manos de una minoría y ha hecho trizas el prestigio de Catalunya. En el supuesto de que la CUP terminara facilitando la reelección del señor Mas, éste debería dar una muestra de grandeza y disolver el Parlament o dimitir porque en estos momentos ya no son 1.620.973 ciudadanos los que le apoyan, son muchísimos menos.
M. Riera