Leo en twitter una blasfemia firmada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. No voy a reproducirlo todo, porque me produce vergüenza ajena. Si que utilizaré un párrafo que TV3 ha obviado recalcar. Este dice lo siguiente: “Escribo esto para que nos pongamos un momento en la piel de esos chicos: detenidos, acusados, encerrados y asustados con lo que les viene, sabiendo que a partir de hoy van a tener que lidiar con la maquinaria mediática sin escrúpulos de una derecha vengativa que no soporta la disidencia y aún menos perder elecciones, y que sigue recurriendo machaconamente a todo es ETA”.
Todo el escrito de la señora Colau no es sólo apología del terrorismo, sino que demuestra que es una persona AI. Eso es, analfabeta intelectual. Quizás es el momento de decir: basta! Empiezo a estar harto de tanto sarcasmo y de tanta tontería. Y lo malo es que muchos vitorean a estor personajillos, los votan y consideran que son los salvadores de no sé qué patria. Porque la mía estos AI no la representan.
Vamos a ver, en España -he incluyo Cataluña, pues aquí se produjeron 55 asesinatos- estuvimos durante años bajo el jugo de ETA. Es cierto que en algunos momentos a esta organización creada en 1959 se la vio con buenos ojos. Particularmente perdió su razón de ser al matar a la pequeña Begoña Urroz Ibarrola, de 22 meses, el 28 de junio de 1960. Algunos vieron en ETA una manera de acabar con el franquismo y, sobre todo, con el asesinato del almirante Carrero Blanco. La verdad es que ETA fue una lacra para España y su lucha estaba basada en la autodeterminación del País Vasco.
Seamos claros, los asesinatos de ETA se basaban en la justificación que el País Vasco tenía que independizarse de España. Lo mismo hizo aquí en Cataluña Terra Lliure, aunque siempre fueron unos aprendices y muchos de sus miembros hoy en día militan en ERC. Esta declaración de autodeterminación ha provocado más de 800 asesinatos. Personas que murieron en balde por una causa baldía.
Dice la señora Colau que estos titiriteros que montaron una obra donde se colgaba a un juez, se asesinaba a una monja y se le clavaba un puñal a un crucifijo -muy educativo para unos niños de 3 a 10 años- a estas horas están detenidos, acusados, encerrados y asustados. Recuerde la señora Colau que miles de españoles, durante 40 años, vivieron asustados y cada día miraban debajo de su coche por si había una bomba lapa. Recuerde la señora Colau que hay padres, madres e hijos que lloran estas 824 víctimas que provocó ETA a lo largo de su existencia. Recuerde la señora Colau que estos titiriteros saldrán de la cárcel, pero 824 están encerrados en un nicho sin posibilidad de ver crecer a sus hijos, ni besar a su esposa o esposo, y sin la posibilidad de vivir. Recuerde la señora Colau que estos 824 asesinados nada tenían que ver con la autodeterminación del País Vasco y que sus muertes no sirvieron para nada. Recuerde, señora Colau, todo esto antes de escribir un nuevo twitter.
También dice que la derecha no asume perder unas elecciones. Recuerde, señora Colau, que el PP ha ganado las elecciones. Y no es que la derecha no soporte las disidencias. Se equivoca señora Colau , si que las soporta. Lo que pasa es que en democracia no todo vale. Y esto se les tiene que decir a ustedes que son unos outsiders. En democracia hay que tener respeto para los demás. No se puede ir ejecutando jueces, asesinando monjas ni blasfemar sobre símbolos religiosos. En democracia hay que respetar a los demás. Lo que usted defiende es una tiranía. Y no porque sean de izquierdas, pues esto es lo de menos. Defienden aquellos principios de Bakunin mal entendidos. Es decir, uno puede ser ácrata, anarquista y ateo con un respeto. Ustedes no son nada de todo esto.
Como alcaldesa de Barcelona representa a millones de personas que no piensan como usted. No se puede ser alcalde o alcaldesa y defender ciertos posicionamientos. No se puede hacer apología del terrorismo. Tampoco se puede defender pactos a nivel nacional para volver al principio o al borde del abismo. Y esto también se le puede aplicar al señor Puigdemont o al señor Sánchez. Ha costado mucho estar donde estamos. Ha habido 824 víctimas. Muchas más han quedado heridas o mutiladas de por vida. Reflexiones sobre esto señora Colau.
Puedo estar de acuerdo en que todos tenemos unos ideales que debemos defender. Ahora bien, siempre y cuando estos ideales sean razonables, se ajusten a derecho y no sean contrarios a esto que a ustedes les suena raro y se llama democracia. Dejemos estar de una puñetera vez las divisiones partidistas. Lo correcto lo es a derechas y a izquierdas y lo incorrecto también. Usted usa la apología del terrorismo para autodefender algo que es indefendible. Usted no puede representar a los barceloneses. Usted, como la señora Carmena no pueden estar al frente de una institución como es un ayuntamiento. Y le diré porque. A lo largo de los años en su silla se han sentado personas que han defendido unos principios y unos valores que ustedes se los pasan por el arco del triunfo. Así de claro.
Por eso la acuso, señora Colau, de haber defendido la apología del terrorismo, de no denunciar los asesinatos de ETA, de no ser la alcaldesa de todos los barceloneses, y de mal interpretar un derecho ciudadano como es las elecciones. También de contradecir los principios de la democracia y de no salvaguardar los principios que algunos establecieron después de una dictadura y que se ha llamado transición. Sin estos principios y sin el raciocinio de la sociedad civil española hoy en día usted no sería alcaldesa de Barcelona. Medite sobre esto señor Colau, muchos han dado su vida para que ahora usted los vilipendie.
César Alcalá