El Maresme se prepara para un verano en que la aparición del temido «mosquito tigre» puede ser especialmente importante. Las lluvias de primavera y la subida de temperaturas se teme que puedan multiplicar sus poblaciones por toda la comarca. El mosquito tigre es activo de día, a diferencia de los mosquitos más comunes que hacen vida nocturna, y sus picaduras son mucho más numerosas y dolorosas que no las de los mosquitos autóctonos.
El Consell Comarcal y 22 ayuntamientos del Maresme, como medida preventiva, han puesto manos a la obra para intentar frenar la expansión de este insecto tan molesto. Lo hacen con tratamientos especiales de los espacios de la vía pública que acumulan agua (principalmente sumideros sifónicos). Para ganar en efectividad, el Consell Comarcal pide la colaboración ciudadana eliminando el agua estancada también en los espacios privados.
La campaña comarcal de lucha contra el mosquito tigre se está llevando a cabo en los municipios de Alella, Arenys de Mar, Argentona, Cabrera de Mar, Cabrils, Caldes d’Estrac, Calella, Canet de Mar, Dosrius, Montgat, Òrrius, Pineda de Mar, Premià de Dalt, Santa Susanna, Sant Andreu de Llavaneres, Sant Iscle de Vallalta, Sant Pol de Mar, Sant Vicenç de Montalt, Teià, Tiana, Vilassar de Dalt y Vilassar de Mar.
El Consell Comarcal, según informan de este ente, trata los sumideros sifónicos y otros puntos de acumulación de agua en la vía pública con un larvicida que combina dos bacilos. Su efectividad es de seis semanas, por lo que hay que ir repitiendo el tratamiento hasta el momento en que la bajada de las temperaturas provoca la muerte de las larvas y los mosquitos adultos.
El Consell Comarcal del Maresme recuerda es muy importante complementar los tratamientos que se realizan en la vía pública con actuaciones en los espacios privados que eviten las acumulaciones de agua. Se trata de un mosquito que se ha adaptado perfectamente al medio urbano y que pone huevos en el interior de cualquier lugar de pequeñas dimensiones que contenga agua. En cambio no deposita nunca los huevos en aguas en movimiento, tales como ríos y arroyos, ni en superficies y volúmenes de agua de más de 200 litros. Tampoco se llega a desarrollar en lugares donde el agua se evapora a los pocos días.
El mosquito tigre se extendió por todos los municipios del Maresme en 2010. Su presencia en la comarca se detectó en 2006 en Caldes d’Estrac, dos años después de su desembarco en Sant Cugat donde llegó mediante una importación de neumáticos procedente del sudeste asiático.