
Dos marchantes de arte que tenían su taller en Sant Vicenç de Montalt están siendo investigados por la venta de obra gráfica falsa con certificados de autenticidad en Cataluña, según han informado este sábado los Mossos.
Mossos de la División de Investigación Criminal adscritos al Área Central de Patrimonio Histórico denunciaron penalmente los días 11 de mayo de 2016 y 10 de mayo de 2017 dos hombres de 70 y 60 años y de nacionalidades española y chipriota, como presuntos autores de un delito de estafa.
La investigación se inicia por la constante supervisión que se lleva a cabo desde la Unidad Central de Patrimonio Histórico del mercado del arte en Cataluña. Esta realidad permitió detectar el año 2015 diversas litografías a la venta en una conocida sala de subastas de Barcelona con elementos que podían determinar su falsedad.
Como se hace en estos casos los investigadores recurrieron a la experiencia para confirmar la falsificación de estas obras. Las pesquisas condujeron a la identificación de dos marchantes muy conocidos en los circuitos del arte en Cataluña.
El principal investigado había formado parte de una organización criminal internacional con raíces en España, Italia y Estados Unidos, que había vendido miles de litografías y serigrafías falsas en todo el mundo en los años 2007 y 2008.
La investigación culminó con una entrada y registro en una nave industrial de Sant Vicenç de Montalt, que se utilizaba como almacén y taller. Los agentes intervinieron cientos de certificados y numerosas obras gráficas y pictóricas, el estudio de las cuales en permitió acreditar la autenticidad de algunas pero que reveló que muchas eran falsas.
De entre estas obras en destacaba un óleo sobre lienzo atribuido a Edouard Manet, que estaba con el resto del stock comercial del principal marchante de arte investigado. Esta pieza años atrás ya había sido vinculada a una estafa y, en aquella transacción, se valoró en 900.000 euros.
Para certificar su falsedad se solicitó un estudio a un centro de referencia internacional en arte moderno como es el Centro de Arte de Época Moderna (CAEM) de la Universidad de Lleida. La paleta cromática del artista presentaba discrepancias con la obra investigada ya la pieza no figuraban algunos pigmentos habituales del artista, mientras que había otros que ni siquiera se utilizaban en la época y que se descubrieron tres décadas después de la muerte de Manet.
No se ha podido identificar la fuente de donde provenían las litografías falsas, pero sí la forma en que se distribuían. Los dos marchantes de arte imputados no trabajaban de forma conjunta pero tenían un mismo proveedor y se conocían. Para la venta habían llegado a usar personas interpuestas en las salas de subastas. Las litografías eran numeradas a lápiz y en alguna ocasión llevaban certificado.
Los dos denunciados tenían varios antecedentes por estafas, siempre relacionadas con el mundo del arte.
Los mossos intervinieron un oleo atribuido a Edouard Manet con un certificado de autenticidad, decenas de litografías atribuidas a Roy Lichtestein, Joan Miró o Antoni Clavé y cientos de certificados para obras de artistas como Salvador Dalí, Pablo Ruiz Picasso, sin las piezas que las autentificado.