Las culturas antiguas, se caracterizaban por la figura de las adivinas de múltiples oráculos, quienes rivalizaban en ser las mejores en su arte. Cuentan que Creso, acudió al oráculo buscando la respuesta de atacar al persa Ciro, quien le dijo: “ tú arruinarás un imperio”. Él interpretó la positividad de la profecía, acudiendo airoso al encuentro bélico frente a Ciro, quien lo destruyó a él y a su Imperio. El propio Alejandro acudió a la de Delfos, quien a su pregunta similar, la pitonisa, dado que por la época que acudió, no podía emitir presagio alguno, el impetuoso griego, se conformó con la respuesta: “eres irresistible” -que le dijo simplemente por forzarla a ello- . El resto ya lo conocemos, ese gran estratega,- pupilo de Aristóteles- rompió por la fuerza el “nudo gordiano” en una noche de rayos y truenos que interpretó era el beneplácito del mismo Olimpo, que lo llevó a conquistar el Imperio persa, llegando hasta la misma India. Al final, por impetuoso, terminó por destruirse él mismo.
El testigo, fue recogido por los sacerdotes de también milenarias culturas, donde se puso de moda “la voz parlante” de las estatuas de los dioses en los templos. Con ellas, sacaban buenos dividendos de los ingenuos amigos de saber la voluntad de los dioses. El mismo Quijote, en el mismo corazón de la que fuera antaño “archivo de cortesía” ( Barcino), lo utilizó para demostrar el fin de la magia, y demostrar, que en realidad, el secreto estaba en un tubo, que conectaba con otra estancia, donde el astuto fabulador respondía de forma también dubitativa a todas las preguntas de Quijote y el escudero, en especial al intento de desencantar a Dulcinea.
Hoy , en nuestro peculiar contexto de la política catalana, – suponiendo que a esto se le pueda llamar política, pues asemeja más a un carrusel de feria-, pasa un poco algo similar. La brújula hace años que se ha perdido y ha dejado de marcar el Norte constitucional, apuntando cualquier otro punto, cuanto más disparatado e ilegal, mejor ( declaración unilateral de independencia) El caso, es fantasiosamente, intentar alterar la realidad en la que se asientan los mismos pilares sociales de la Tierra (constituciones). Luego a dichas locas “acciones” (causas), la también terca realidad ( statu quo), se empeña en responder con la “reacción” (efecto) – la aplicación del art. 155- y todo se convierte en verdadero mar de lágrimas ((suspensión de la autonomía y el autogobierno; detenciones; prisiones preventivas; procedimientos penales; general rechazo de la Comunidad internacional). Y como esa realidad, aún así se sigue rechazando, -pues lo suyo es el sueño, el romanticismo, las gestas y epopeyas-, persisten empecinadamente en oponerse a ella contra todo viento y marea, buscando nuevas pócimas magistrales y ungüentos para el conjuro, que permita precisamente que triunfe” la conjura” de esa obcecada minoría, verdaderos parias del S.XXI, y para ello, vale todo, hasta hacer en grado sumo el ridículo.
Así al líder, en este caso fugado de la justicia ( en su argot, mero exiliado), más que diga derecho (que no lo tiene, ni busca y menos desea), se le pide astucia,” y visión adivinatoria” futura que los saque del laberinto, donde electores y elegidos, decidieron un buen día meterse de común acuerdo, como quien en grupo, deciden tirarse al rio, o al monte. Éste líder, les va dando “pócimas” varias, que a modo de parches repare todos los rotos de tal atípico actuar, remiendos momentáneos que no logran mínimamente recomponer lo descosido, quedándose al final completamente desnudos ante la legalidad y legitimidad.
En sus dotes de liderazgo, ese líder, llega incluso a mutar el propio diccionario, así, donde hay “políticos presos”, él dice que son presos políticos,- no sin grave ofensa a los que realmente antaño lo fueron en un contexto antagónico a la plena democracia hoy existente-. Luego los convierte en mártires, “rehenes” – usando lenguaje de supuestos violentos captores a los adversarios, que sólo aplican estrictamente la ley que es igual para todos-, tal vez lo haga por tranquilizar su propia conciencia, puesto que estos, están purgando lo que a él principalmente le correspondía, situación que a su vez aprovecha para descapitalizar la potencialidad electoral de tales presos- mientras él pasea en libertad-, birlandoles incluso su a todas luces clara inicial victoria electoral. En la anarquía que todos ellos practican, -en claro “síndrome del emperador” que todos los estados y edades parece que abarca-, persisten machaconamente en denominarle nueva plena democracia, y los constitucionalistas, pasan por arte mágico a ser fachas, franquistas, buitres, invasores, antidemócratas. Hasta tal punto llega la mutación irreal pretendida, que osa nada menos que intentar ser investido a más de mil kilómetros de distancia, utilizando las nuevas tecnologías ( posiblemente con la idea en mente de las películas de las sagas galácticas y su don innato a la bilocación) . ¡Pura magia pardiez!
Entiende que su bandera “voladora” – al estilo de las Mil y una noches-, está por encima del mismo imperio de la ley, y como escudo mágico, entiende que el supuesto golpe de estado y los supuestos graves delitos resultantes de tal ilícita y gravemente penalizada actividad, quedan diluidos o superados por el nuevo mandato del pueblo ( aunque sea clara minoría numérica y ganase en propiedad otro partido además constitucionalista); como entendió en su día que ese mismo mandato – tipo soviet- permitía una ruptura unilateral frente al estado, aún pese a la Constitución y al mismo Estatuto; verdadera magia negra que intuyó sagazmente tenía engañados y hechizados al resto de supuestos soberanos, nada menos que a casi cuarenta y cuatro millones de incautos.
Tal mago, no se hizo de la noche a la mañana, pues en su día, fue el aprendiz de brujo, cuando el titular era el mismo Merlín, el mayor druida que pariese hembra alguna. Tal era su arte, que él solito, redujo considerablemente su propio grupo parlamentario convocando unas elecciones en las que aspiraba a más; él sólo finiquitó su propio partido. Por si fuera poca magia, puso en “jaque” su propio patrimonio, y cuyos efectos, aún aparentemente retirado, prometen cuestionar su propia libertad a modo de “mate”. Antes de pasar el testigo y la varita mágica de la nueva democracia, entronó al nuevo titular tanto por derecho democrático como divino, concediéndole nada menos que dos supuestas sendas carreras sacadas de la chistera, que al menos, sirvieron para demostrar al ahora nuevo titular, que lejos de podenco, era verdadero galgo, como quedó patente al enfocar presto, raudo y veloz su meteórica carretera de Flandes, aunque más que para poner una pica, en realidad era para evitar la pica de la corrida que en su propia plaza había organizado. Grande debemos convenir es la magia,- decía Quijote a Sancho-, y mayor “la ilusión” que genera, aunque siempre debemos estar pendientes de intentar averiguar donde radica el verdadero truco, para evitar terminar ser meros ilusos, en manos de la buena o mala voluntad del mago de turno.
José Manuel Gómez
Abogado