Recientemente, tuve la ocasión de hablar con Manuel Valls en la Llotja de Mar, evento al que fui invitado por SCC. Es lo bueno que tiene pertenecer a dicha Asociación, pues es como jugar en Champions, rodeándote con los mejores. Es uno de los méritos indiscutibles de SCC, que es totalmente transversal, – pese a lo que digan sus múltiples adversarios -, cuna a su vez de otras múltiples asociaciones similares posteriores, y que tiene tres claros objetivos primordiales:
1. – Neutralizar el separatismo
2.- Reconstruir las instituciones Catalanas actualmente diezmadas.
3.-Volver a tejer la resquebrajada y dividida sociedad Catalana.
En esa breve charla de escasos cinco minutos, Valls, me reconoció discretamente su interés por abanderar las próximas elecciones a la Alcaldía de Barcelona, intención, no exenta de exquisita prudencia, todo después de escuchar atentamente mis alegatos en dicho sentido, referidos al beneficio mutuo e interés que representaría para ambas partes, pues Barcelona, es una ocasión única para un político de alturas que se precie y desee proyectarse internacionalmente, y viceversa. Todo con un valor añadido, puesto que representaría un “aire nuevo” en un momento de catarsis política municipal y autonómica sin precedentes, fruto de polémicas anacrónicas, falta de proyectos, y carencia de salidas constitucionalmente correctas y viables; todo ello, en una situación política y social grisácea, contaminada por la pura obcecación de una clara minoría, que pretende aún así dominar a la mayoría, a quienes apoya ilógicamente la actual alcaldesa, afectando con ello a las mismas relaciones institucionales con el propio Estado; negligencia extrema, que perjudica y tiende a tener una negativa repercusión nefasta directa, ya visible en los propios intereses sociales y económicos de la ciudad y sus ciudadanos que deben sufrirlo (fuga de eventos deportivos náuticos, sociales, ferias internacionales, organismos también internacionales, que descartan ya de entrada la ciudad como sede social, miles de empresas que emigran….) todo ello, por esa falta de mínima seguridad jurídica tan esencial en las relaciones mercantiles.
Su interés por liderar la apuesta por la alcaldía ofrecida, ya la había insinuado en el discurso previo a la otorgación del premio. Matizar que la idea, originalmente en realidad, partió de SCC, tendente a formar una plataforma de partidos constitucionalistas para las elecciones previstas cara a 2019, y que la idea actual del propio Valls, continúa siendo esa creación de esa plataforma conjunta. El mero hecho de recordar que en dicha institución de la Llotja, – y no en el Liceo-, se había hecho una de las primeras actuaciones de ópera, representaba mandar un claro mensaje a los voceros que dicen que no sabe dónde pisa y que desconoce todo de la ciudad. Nada más lejos de la realidad, pues no sólo nació en Horta, también la visitó regularmente y veraneaba en su ciudad natal, documentándose asíduamente de su trayectoria, disfrutando de sus logros y de su proyección internacional, hasta la implantación de este actual caos legal, de ideas y proyectos, y que es en definitiva, su razón de optar a la alcaldía como buen idealista, desfacedor de entuertos en esta segura y no última batalla contra los caballeros lunáticos.
Que podría representar el fenómeno Valls a nivel local y nacional? -tanto si fuese una plataforma conjunta, o su variable, -caso de que si finalmente, se decantara exclusivamente por Ciudadanos- : Una jugada maestra de efectos a cuatro bandas, tres inteligentes y planificadas carambolas, y una adicional, que podría superar incluso por su propia inercia las anteriores:
1.- Seria una proyección internacional extra para la ciudad en el actual contexto europeo y de globalización, resultado directo de fichar un auténtico hombre con clara visión de estado, cuyo resultado evidente, sería beneficioso para ambas partes.
2. – En la variante de optar por Ciudadanos en exclusiva, representaría una jugada perfecta de para dicho partido, en cuanto a lograr conseguir su primer alcalde, en una de las principales ciudades, lo cual, equivaldría a un auténtico trampolín para dichas próximas elecciones municipales a nivel nacional, y a su vez para dar el salto a las europeas y a las generales posteriores.
3. – Es un auténtico “ariete”, proyectado para neutralizar, e incluso asfixiar y derribar al previsible separatismo, que persistirá en su loca e ilícita ruta a ninguna parte -en el hipotético caso naturalmente, de llegar a formar gobierno ese disperso bloque anárquico anticonstitucional-; y con ello, el asalto definitivo de Ciudadanos a Gobernar la Comunidad en unas más que previsibles próximas elecciones.
4.- Y finalmente lo más sorpresivo, el efecto adicional involuntario, y no programado, nada menos que “el muy posible cimiento futuro de consolidación de Tabarnia “- en caso de no prosperar la neutralización de -3-. Plásticamente, sería algo así, como el segundo cartucho de la “escopeta nacional”; un verdadero “jaque mate”, real, viable y de una posible extraordinaria realización en un reducido espacio de tiempo. En definitiva, lo que oyen, Boadella, sería el mero mensajero; Valls, “el profeta involuntario” pero esperado por parte de una mayoría asfixiada, silenciada, humillada, que quiere, puede y debe explorar, pues quiere seguir siendo española, -por sentimiento y derecho-; proyecto viable, que no precisa ni referéndum para materializarse y hacerse realidad acorde a la CE.
Finalmente para los lógicos escépticos, necesitaría obligatoriamente ese proyecto una lista unida de partidos para triunfar ? En absoluto, la misma calle, su seny, a la par que el astio social, económico y político, llevará a Valls a la Alcaldía. En todo caso, lo que van a necesitar los rivales, es hacer su paralela plataforma para intentar esterilmente pararlo. Y no sólo eso, esa unión será el contrato social identitario para el siguiente paso decisivo y creo irreversible de continuar esa sinrazón separatista: “la consolidación del sentimiento de Tabarnia como entidad territorial” para terror de los separatistas, -ahora reducidos a Tractoria-; y aunque tampoco sean conscientes aún de ello, pues su fuerte, -como diría Erasmo-, no es precisamente el pensar: “ el vino y el cava” desaparecerán literalmente de su mapa, aunque siempre les quedará la opción de la “ Rioja o el champán”. Lo dicho, la horma del casco del “caballo ganador”, está a punto de entrar en el jardín supuestamente exclusivo y privado de los tractorianos.
De materializarse, lo que se predicaba de los efectos de los cascos del caballo de de Atila, podría ser incluso un mal menor en esa su pesadilla que se les avecina, donde nada volverá a ser lo que fue, desapareciendo afortunadamente ese desagradable aroma provinciano que todo lo impregna en éste cargado ambiente también de endogamia extrema, carente de ideas, proyectos y mínima visión de futuro. Puro karma en definitiva de la acción reacción ( visceral- racional).
José Manuel Gómez