Llegamos, como cada año, a la cita de un nuevo 11 de Setiembre. Hemos oído infinidad de veces que una mentira contada 1000 veces no se convierte en realidad ni en verdad. Yo no sé si se ha repetido mil veces o un millón la falacia de que la Guerra de Sucesión en España fue una guerra entre España y Cataluña. En tan breve enunciado hay más mentiras que lazos amarillos colgados en espacios públicos en nuestra admirada e irreconocible Catalunya actual. La Guerra de Sucesión en España fue una guerra civil europea en la que intervinieron ingleses, holandeses, franceses…y cómo no los españoles que tomaron parte por un Rey o por otro. No es mi intención cargar con un artículo lleno de retazos históricos, fechas, nombres. Es un coñazo para quien lo lee y para quien lo escribe, máxime si no es historiador como es mi caso.
Manda narices que Carlos II muriera en 1700 sin descendencia. ¿A quién se le ocurre? Claro, el pobre hombre ¿qué podía hacer? En aquella época no existían las inseminaciones ni las técnicas de fecundación actuales. Sin saberlo la lió gorda. Al morir se produjo la extinción de la rama española de la Casa de Austria y de ahí se produjo el gran conflicto: ¿Quién debía ocupar el trono de ESPAÑA? Para Francia y Castilla debía ocuparlo Felipe de Anjou (Felipe V) nieto del Rey francés Luis XIV. Para Holanda, Inglaterra y la CORONA DE ARAGÓN debía serlo el Archiduque Carlos de Austria (La Gran Alianza). En 1705 Barcelona es tomada por la Gran Alianza y Carlos de Austria es proclamado Rey con el nombre de Carlos III de ESPAÑA. Concretamente el 7 de Noviembre. Y me pregunto: Con lo que nos gusta a los catalanes celebrar derrotas y languidecer en tristezas ¿por qué no celebramos que un tío venido de Austria nos tocara las narices y OCUPARA Barcelona y cada 7 de Noviembre le dedicáramos el día a recordar esta OCUPACIÓN? ¿Qué pasa; que los austríacos eran más guapos? ¿Tenían el ADN más parecido al nuestro? Preguntas que nos contestarán los grandes falsificadores de historias, nacidos y habitantes de nuestra tergiversada Catalunya.
Pero claro, los borbones siguen en sus trece y desde 1707 recuperan ARAGÓN, VALENCIA, Y MURCIA, CON LO QUE Carlos III limita el control al territorio catalán que era parte de LA CORONA DE ARAGÓN. En 1711 cae Gerona y en 1713 Tarragona, reduciendo aún más el territorio controlado por los Austrias. Fijaos que hablamos de borbones y austrias. Era pues, también, un conflicto entre dinastías. Pero a Carlos III de España se le complica el trabajo, y abandona Barcelona porque su hermano menor José I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico fallece y es llamado a ocupar su puesto. Pluriempleo…
Esto desencadena el inicio de las negociaciones de paz en Utrecht que finalizan en 1713. De dicho acuerdo Felipe V sale como nuevo rey de España iniciando la dinastía borbónica en España. En el principado catalán existía lo denominado como tres comunes: La Diputación del General de Catalunya, El Consejo de Ciento de Barcelona, y el brazo militar de Catalunya. Desde bien iniciado su reinado le sale en el PRINCIPADO catalán a Felipe V una contestación anti-borbónica y se resisten a su nombramiento como Rey de España. Entre el general Antonio de Villarroel y el Conseller en Cap Rafael Casanova organizan la lucha de resistencia contra Felipe V. En los momentos finales de la batalla los Tres Comunes de Catalunya ordenaron publicar un bando llamando a la población barcelonesa a “derramar gloriosamente su sangre y vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de TODA ESPAÑA” (“La madre que los parió” dirían hoy los secesionistas).
Volvamos al presente, o al más reciente pasado. La historia se ha contado de forma falsaria. Pero se ha contado una y mil veces desde cualquier lugar y a cualquier destinatario. Se da la paradoja que durante muchísimos años muchísima gente como rebaño ordenado y desinformado (dejémoslo así ) ha ofrecido flores a un tío equivocado. El pobre Rafael Casanova, desde el más allá, se revuelve cada año al ver suplantada su identidad y su cometido en 1714. Claro, si no es a través de médiums no puede desmentir la salvajada mentira sobre la que se sustenta toda esta farsa que llevamos aguantando durante décadas y décadas y de la que proviene esta estúpida y falsa idea independentista y supremacista. Rafael Casanova luchaba por “su” Rey de ESPAÑA…no por una Catalunya independiente. Señores: ustedes están ofreciendo flores a un español que defendió a “su” Rey de ESPAÑA. ¿No les da vergüenza, a su edad, ser tan ignorantes y no haberse tomado la molestia de contrastar opiniones? ¿Cómo es posible tanta tontería junta? Digo yo que deberían buscarse otro símbolo, que de esto va el asunto. Tener símbolos a los que adorar. Claro que con tantos monumentos en honor de un ciudadano que fue Conseller en Cap, costaría una pasta remodelarlos o cambiarlos. Bien pensado ¿y qué? Está comprobado que si mañana Arturo (para sus amigos íntimos) Artur (para engañar) Más y unos perfectos inútiles como Puigdemont y Torra DECIDEN que ahora toca idolatrar otro símbolo, la gran masa abducida acudirá sin rechistar a su llamada. Triste y cómico. Se busca pues un nuevo símbolo. El que había se va desenterrando la verdad y ya no sirve. Busquemos pues, entre todos un “nuevo” Rafael Casanova. No hace falta que esté muerto. Esta puñetera manía de homenajear a los muertos debe acabarse. Me tiene harto. Busquemos a un vivo. Busquemos a alguien que una a la gran mayoría de catalanes. Yo ya lo tengo: Leo Messi. Además sería fácil hacer monumentos en su honor. Con una figura en forma de balón sería suficiente. Ahí queda mi propuesta. Y mira que me jode…porque soy del RCD.Espanyol de Barcelona….como Gabriel Rufián. Vaya socios que tengo. Para acabar con todo este montaje, deberíamos utilizar su “modus operandi”: inundar en todos los medios y redes la verdadera historia de la Guerra de Sucesión ESPAÑOLA. Hay mucha más gente y más preparada que yo que debería promover la iniciativa de desintoxicar. Ahí dejo mi propuesta.
Miquel Casals Planas