Mossos de la División de Investigación Criminal de Sabadell han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de marihuana y al blanqueo de capitales y han detenido doce de sus integrantes, tres de los cuales están implicados en un homicidio de un vecino de la Roca del Vallès ciudadano de nacionalidades española, moldava y albanesa.
Los detenidos han pasado a disposición judicial y el juez ha decretado prisión para cinco de los detenidos, tres por el homicidio y dos por delitos contra la salud pública. Los otros arrestados quedan con libertad con cargos y retirada del pasaporte. Entre los ingresados en prisión está una mujer que fue pareja del ciudadano moldavo asesinado.
La investigación se remonta a junio de 2017 cuando una mujer de nacionalidad moldava presentó una denuncia por la desaparición de un hombre albanés en la comisaría de Granollers. Según explicó, lo conocía desde hacía pocas semanas porque le había alquilado una habitación de su piso de la Roca. En su relato decía que el hombre se había marchado del domicilio aunque había dejado sus efectos personales.
Pasado un mes el padre del desaparecido, que vino expresamente desde Albania, presentó otra denuncia por desaparición en la comisaría de Granollers con la misma identidad que en el caso de la primera denuncia. Cuando los agentes detectaron que el sistema alertaba de esta coincidencia el padre del desaparecido les contó que la mujer que había puesto la primera denuncia era la pareja de su hijo, con quien convivía desde hace años en Cataluña. Enseguida sospecharon que estaban ante una desaparición con componentes de criminalidad y traspasaron el caso a la Unidad Central de Personas Desaparecidas.
Los especialistas centraron las primeras indagaciones en escrutar el entorno del desaparecido y en la reconstrucción de su actividad en las últimas horas de las que se tenía noticia. Es en el transcurso de estas gestiones de investigación los policías detectaron que se encontraban ante una organización criminal que se dedicaba al cultivo intensivo de marihuana en interiores y al blanqueo de capitales. Aparte de las plantaciones, siempre dentro de naves industriales repartidas por varios puntos del territorio catalán, los agentes constataron que los integrantes del grupo habían diseñado una ingeniosa estructura empresarial legal para dar cobertura a sus actividades ilícitas.
En este punto se incorporó a la investigación la Unidad Central de Estupefacientes, de manera que sus agentes se encargaron de indagar lo relacionado con la actividad criminal de la organización en cuanto al tráfico y al blanqueo, mientras que los miembros de la Unidad Central de Desaparecidos se centraron en la desaparición de ámbito criminal.
Las diversas gestiones realizadas sobre las personas investigadas confirmaron las sospechas iniciales y los agentes obtuvieron indicios claros que iban en la dirección de un crimen con ocultación posterior de cadáver. En este sentido pidieron otras diligencias judiciales ya que había un riesgo de destrucción de evidencias o indicios de criminalidad: los sospechosos querían trasladar los restos de la víctima porque en poco tiempo los vencía el alquiler de la nave industrial donde estaba el cadáver.
Esta situación apresuró a los investigadores: por un lado, detuvieron a las tres personas relacionadas con el crimen, entre ellas la mujer moldava pareja del hombre asesinado y, por otro, se dirigieron a la nave industrial de Argentona donde tenían la certeza de encontrar el cadáver.
Por otra parte uno de los detenidos detalló a los Mossos y la comitiva judicial como habían llevado a cabo el homicidio. Una vez dentro de la nave hubo una colaboración que resultó clave para el encuentro del cuerpo.
Las tareas de GEO localización se llevaron a cabo gracias a un geofísico, que puso los medios necesarios para la investigación con su empresa Falcon Hight Tech. Así se delimitó el punto exacto donde estaba enterrado el cadáver, sepultado bajo una capa de hormigón. También participaron dos antropólogos forenses especializados además de la comitiva judicial habitual.
Paralelamente se llevaron a cabo nueve entradas y registros en varias poblaciones de Cataluña, tanto en domicilios como en las naves industriales donde estaban los cultivos de marihuana: Terrassa, Cerdanyola del Vallès, Argentona, Vallirana, La Roca, Barcelona y Premià de Dalt. Los investigadores detuvieron doce personas, tres de ellas relacionadas con el homicidio e intervinieron 28 kilos de marihuana. Además, desmantelaron siete plantaciones y decomisaron 2.950 plantas.