La familia que acudió a los tribunales para exigir el aumento de horas lectivas en lengua castellana en la Escuela Pia Santa Anna de Mataró ha tirado la toalla y finalmente ha cambiado de centro a sus dos hijos. Ello implica que la sentencia que recaía sobre los dos grupos de primaria de sus hijos, en los que debían darse el 25% de las clases en castellano, no se aplicará.
Agustín Fernández, el padre de los niños, explicaba el pasado jueves al diario ABC, que el colegio, amparado por la Administración autonómica, les ha presionado hasta el último momento para que reconsideren su legítimo derecho y les ha puesto trabas para aplicar la resolución judicial. Y que por ello, finalmente, no han tenido más opción que escolarizar a sus hijos en una escuela privada, con el coste que eso supone. Según el padre, la escolarización de sus hijos en una escuela privada, la única que les garantizaba más castellano, tendrá un coste para ellos de 20.000 euros anuales.
El caso se remonta a finales del curso pasado cuando un auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) obligó a la escuela a impartir un 25% de las clases en castellano raíz de la denuncia de estos padres. Inicialmente se optó por hacer las matemáticas en castellano, pero el TSJC aplazó hasta este curso la medida, que ahora no tendrá efecto.