Mohamed A., el marido de Piedad Moya la vecina de Mataró desaparecida el 4 de abril de 2014, actualmente en prisión acusado de su homicidio, ha aceptado someterse al Test de la Verdad. Las pruebas serán practicadas por el Instituto de Medicina Legal de Aragón la próxima semana. Concretamente se le someterá a las pruebas P-300 y P-100.
El hombre ha accedido finalmente a hacerse las pruebas que consisten en estimular al individuo con imágenes de los lugares donde podría haber ocultado el cuerpo. La prueba neurológica P300 que se realizará en Zaragoza, consistirá en conectar al acusado, mediante un casco con sensores, a un aparato de electroencefalografía (EFG) mientras se emiten imágenes y audios, algunos de las cuales sólo son reconocibles por los investigadores y detectan la señal que lanza el cerebro, registrada en forma de onda. La técnica, ya ha sido utilizada en los casos de la desaparición de Pilar Cebrián en Zaragoza o de Marta del Castillo en Sevilla.
Como consecuencia de los indicios de criminalidad hallados en el domicilio del marido, Mohamed A., jardinero de 46 años, este ingresó en prisión como supuesto autor del homicidio de Piedad Moya, con quien tenía dos hijos. Los investigadores hallaron restos de sangre en el lavadero del sospechoso y también el libro de familia que según la familia siempre tenía la desaparecida.