Si no se espabilan pronto/ las opciones de gobierno,/ y cuentan con claridad/ la verdad de sus proyectos;/ no habrá de extrañar a nadie/ que se aburra tanto el pueblo.
Todos andan a la greña
sin asomo de talento.
Nadie dice al ciudadano
algo que le suene a serio;
sólo van recriminando
y así va pasando el tiempo.
Si los ya tradicionales
no despiertan de su ensueño
y lo hacen de inmediato,
pues se les agota el tiempo;
serán los recién llegados
el que les coma el terreno.
Es de esperar que se imponga
el sentido común de nuevo,
y que la clase política
pise con firmeza el suelo;
que el futuro pinta bastos,
desde hace mucho tiempo.
Francisco Barbachano