
Este lunes se puso en marcha el mayor juicio nunca celebrado en España contra una red de explotación laboral de ciudadanos chinos. Una red que tenía su epicentro en Mataró según quedó evidenciado en la macroredada puesta en marcha por los Mossos d’Esquadra en 2009 y que destapó la existencia de unos 80 talleres ilegales en los barrios de Cerdanyola, Rocafonda, La Llàntia y Eixample.
En la vista en la Audiencia de Barcelona se juzga a 10 empresarios chinos que presuntamente integraban una red mafiosa que explotaba a ciudadanos chinos en este entramado de talleres clandestinos. La fiscalía pide en total, 77 años de prisión para los encausados por los delitos de asociación ilícita, falsedad documental y contra los derechos de los trabajadores. Asimismo, el fiscal también solicita en su escrito multas por valor de 20.000 euros para dos testigos protegidos en concepto de responsabilidad civil. En este caso se ha pedido para proteger su identidad en esta vista oral que se coloque un obstáculo visual entre ellos y los acusados, teniendo en cuenta la entidad de los hechos y del riesgo de sufrir represalias por parte de los acusados.
El fiscal destaca las duras condiciones a las que eran sometidos los ciudadanos chinos que trabajaban para esta red. El fiscal detalla que «las jornadas consistían en 15 horas diarias de trabajo, no tenían derecho a descanso semanal ni vacaciones, un sueldo muy bajo (sueldo que desaparecía si se ponían enfermos). Además eran obligados a comer y dormir en el mismo taller. Según el escrito de la fiscalía, la dirección de todas las operaciones se hacía a través de tres gestorías situadas en Mataró, Santa Coloma de Gramanet y Barcelona.
La operación policial se remonta al 16 de junio de 2009 cuando el juez de instrucción número 2 de Mataró ordenó la entrada y registro en más de 80 talleres textiles clandestinos y a la detención de sus responsables. Ese día, 750 agentes de los Mossos se desplegaron por Mataró para hacer estas entradas. En los diferentes locales encontraron centenares de trabajadores que además vivían en los mismos talleres en condiciones insalubres.
En este juicio se ha reclamado la presencia de un intérprete de chino para asistir a los acusados ya los testigos de esta nacionalidad en sus declaraciones.