La Audiencia de Barcelona ha condenado a 19 años y 8 meses de prisión al hombre que estranguló hasta la muerte a su expareja sentimental en un bar de Calella que esta regentaba. Los hechos ocurrieron en febrero de 2014 y, según relata la sentencia, el hombre y la mujer habían discutido previamente. El crimen, sin embargo, se habría cometido en el local que regentaba la víctima. Estaban solos en el local y la víctima, María Luisa Fernández de la Hoz, de 51 años, estaba ebria -se detectaron a su cuerpo 2,8 gramos de alcohol por litro de sangre- y había tomado sedantes. Ante el estado de indefensión de la víctima, el hombre, Julián Aliaga, de 45 años, aprovechó para golpearla y estrangularla hasta matarla. El tribunal popular también considera demostrado que la relación de la pareja había estado marcada por «insultos habituales, desprecios, amenazas y agresiones físicas» del hombre hacia la mujer. La sentencia también incluye el pago de 150.000 a los familiares de la víctima en concepto de indemnización por daños morales. El jurado popular ya falló hace unas semanas sobre la culpabilidad de Aliaga. Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación popular, entre la que está el Ayuntamiento de Calella, pedían para Aliaga una condena de 20 años de prisión por asesinato y 3 años más por el delito de maltrato habitual.
Los hechos ocurrieron en el pasaje Mercè Rodoreda de Calella. La víctima regentaba el bar La Tapa, en los bajos de un bloque de viviendas. El negocio no funcionaba hasta el punto de que la víctima estaba a punto de ser desahuciada del local. El día de los hechos, el cuerpo de la mujer apareció lleno de hematomas y rodeada de botes de medicamentos y botellas de cervesa. Pese a que la escena conducía a pensar en un caso de suicidio, la autopsia de la mujer y la investigación policial acabó determinando que se trataba de una muerte violenta. No era el primer episodio de violencia entre la pareja. De hecho, la mujer presentó denuncias por malos tratos el año antes de la muerte, en abril y septiembre de 2013. Un juez llegó a dictar una orden de alejamiento contra el hombre, que estuvo en vigor entre finales de septiembre y finales de octubre de ese mismo año.