La decisión del gobierno de PSC y CiU de Mataró de suspender la Festa al Cel a tres meses de su celebración ha provocado una tormenta política en la que no han faltado reacciones de gran dureza. Una de las más contundentes ha sido la del exalcalde, Joan Mora, que fue quien hace tres años apostó por este festival aéreo. A través de las redes sociales, Mora pide al gobierno de Mataró que haga una «segunda reflexión a favor de Mataró» y que «salve» la Festa al Cel.
El ex alcalde, que tiene una empresa de desarrollo software con sede en la ciudad, lanza una carga de profundidad contra el equipo de gobierno y contra la gestión de la búsqueda de patrocinios, al afirmar que nadie del Ayuntamiento ni de la empresa contratada para buscar patrocinio había hecho ninguna acción para implicar al tejido empresarial en la financiación del evento . «Como empresario de Mataró me siento menospreciado», añade Mora en una serie de tuits en los que también pone en duda la voluntad real del Ayuntamiento de impulsar la Festa al Cel. «Preferiría la valentía de que sean sinceros y digan que no creían en ella», decía.
Quién también ha criticado la suspensión de la Festa al Cel es el director de del evento, David Ventura, quien asegura que el coste «real» del festival aéreo es de 80.000 euros, una cantidad que «queda cubierta por el patrocinio privado», que según anunció el consistorio era de cerca de 100.000 euros. El resto de los costes hasta a los 520.000 euros, según Ventura, son costes municipales para gestionar la gran afluencia de gente en la ciudad
El grupo municipal del PP, por su parte, ve la cancelación del festival como una «nueva oportunidad perdida» para la ciudad, ya que el evento «aportaba visibilidad y posicionamiento en positivo». Además, en un comunicado, los populares ponen sobre la mesa las indemnizaciones que habrá que pagar por los compromisos asumidos y que, piensan, que la ciudad se queda sin fiesta cuando “entre los patrocinios conseguidos y las indemnizaciones que tendremos que pagar ya estaba más de la mitad del gasto cubierta”. También consideran “inverosímil” que la empresa contratada para conseguir patrocinios no haya logrado ni uno y, igual que el exalcalde Mora,también insinúan que haya podido haber desidia en la gestión de este asunto: «Nos parecería muy grave que hubiera sido así, lo que con el tiempo veremos si alguna localidad catalana es capaz de organizar este festival en su casa»
Los grupos de izquierdas, en cambio, han celebrado la cancelación de la Festa al Cel como una victoria política: «Celebramos que el Gobierno se haya rendido a la evidencia y haya renunciado a continuar con este proyecto de la Festa al Cel», dicen desde ERC. La CUP, que había liderado la creación de una plataforma ciudadana contraria al evento constata que «la Festa al Cel ha fracasado porque no tenía consenso político ni ciudadano», mientras que desde ICV-EUiA van más allá y piden la dimisión del líder de CDC, Joaquín Fernández, por el fracaso de su proyecto estrella.