La mesa de diálogo puesta en marcha hace un mes y medio entre los vecinos, el Ayuntamiento de Pineda y la comunidad musulmana, para abordar el traslado de la mezquita ya es historia. El alcalde de Pineda de Mar, Xavier Amor, el concejal adjunto a la Alcaldía, Francesc Horta, y la tercera teniente de alcalde y concejala de Presidencia, Silvia Biosca, anunciaron este jueves en rueda de prensa su cierre. También anunciaron la creación de una nueva Mesa de trabajo para la elaboración de un plan integral de inversión para el barrio, tal como se aprobó por unanimidad en el Pleno municipal del pasado mayo. La disolución de la mesa da luz verde a la comunidad musulmana de seguir con sus objetivos iniciales de trasladar el centro de culto a la calle Eivissa.
El cierre de la mesa de diálogo, decidido entre las partes el miércoles, se justificó porque el pasado sábado 16 de julio una parte de los vecinos, concretamente la Asociación de Vecinos de Can Bel, decidió cortar la carretera N-II como acción reivindicativa de protesta por el traslado. “Este hecho vulneró el marco de la Mesa de diálogo acordado por todos y invalidó totalmente el acuerdo firmado por todas las partes ya que uno de los acuerdos pactados, por todos los miembros de la Mesa, fue el mantenimiento del diálogo como vía de negociación y no realizar movilizaciones”, explican desde el Ayuntamiento.
La manifestación vecinal del sábado que movilizó a dos centenares de personas provocó la convocatoria de urgencia de una nueva reunión de la mesa que decidió su cierre y la puesta en marcha de otra destinada a elaborar un plan integral de inversiones en el barrio del Carme. El motivo del cierre de la mesa fue también la falta de representatividad ya que de la misma se descolgó la Associació de Veïns de Can Bel – convocante de la protesta- y quedaron sólo las dels Carme y Bellamar.
El alcalde de Pineda de Mar, Xavier Amor recordó durante la rueda de prensa que la Comunidad Musulmana actualmente ya está ubicada en el barrio y que, por tanto, se trataría de un traslado y no de la construcción de un nuevo centro de culto y “en ningún caso de una mezquita”. Actualmente el centro de culto está ubicado en la calle Sant Jordi y la intención de la Comunidad Musulmana es trasladarse a la calle Eivissa.
El Ayuntamiento explicó había intentado conducir la mesa de diálogo para acercar posiciones en relación a las posibles alternativas de ubicaciones en el traslado del actual centro de culto y para intentar trabajar los aspectos que preocupan a los vecinos, relacionados con la instalación de este centro de culto. “Desde el primer minuto en la primera reunión de la Mesa, el gobierno municipal dejó claro que no propondría nuevas ubicaciones que puedan enfrentarse a otras zonas o barrios del municipio”, se señaló. El gobierno municipal, indican, se comprometió a trabajar, analizar e impulsar cualquier ubicación que fuera validada por todas las partes implicadas en la mesa.
La Mesa de Trabajo, se confirmó, recibió una veintena de propuestas por parte de los vecinos de Can Bel. “La mayoría de estas ubicaciones corresponden a propiedades que no estaban a la venta o que estaban afectadas urbanísticamente y no se podía construir”, se dijo. Además, parece que la mayoría estaban fuera del barrio. La Comunidad Musulmana, por el contrario, afirmó su interés por no marchar del barrio, como primera opción, aunque no descartó estudiar otras alternativas.
“De los 20 sitios propuestos, sólo uno se pudo plantear como posibilidad real”, se indican. Esta ubicación fue valorada satisfactoriamente por todas las partes y en la última reunión de la mesa se acordó que la Comunidad Musulmana efectuaría una propuesta económica a la entidad bancaria propietaria del terreno para evaluar su viabilidad económica de una posible adquisición.