Vilassar de Dalt dijo adiós y rindió homenaje el sábado, 27 de agosto, a las Missioneres Filles del Cor de Maria que después de 68 años al servicio de las personas ancianas del municipio en el Hospital de Sant Pere abandonan esta actividad y el municipio.
Hasta ahora, cuatro hermanas de edad avanzada vivían en las dependencias del Hospital de Sant Pere, tres de las cuales ya están jubiladas. Hasta el momento de retirarse, según informa el Ayuntamiento, las cuatro colaboraban en diversas tareas en la residencia. Su congregación, según se anunció el pasado mes de julio, decidió retirarlas de este servicio a los ancianos de Vilassar y no cuenta con monjas que puedan suplirlas.
El acto de homenaje, enmarcado dentro de las actividades de Festa Major, consistió en una Misa en la capilla del Hospital. Posteriormente el personal y residentes y los vecinos y autoridades locales, encabezados por el presidente del Patronat de la Fundació Hospital de Sant Pere, Xavier Godàs, rindieron homenaje a las monjas y les hicieron entrega de unos obsequios de despedida compartiendo un pequeño aperitivo.
El Ayuntamiento de Vilassar reconoce que esta comunidad religiosa “se ha dedicado, con gran vocación de servicio, al cuidado y el acompañamiento de las persones mayores y de las personas dependientes de nuestra villa durante cerca de 70 años”.