
La comarca del Pla de l’Estany fue escenario el pasado viernes, 9 de septiembre, del lanzamiento de dos sondas a la estratosfera. Nada extraordinario de no ser que una de ellas, el Cosmosafi, es un proyecto escolar de dos alumnas de la Escola Pia Santa Anna de Mataró y la otra, el Satestrat II, de unos estudiantes universitarios de la UPC.
Tanto el despegue de la Cosmosafi -creada por las alumnas de Mataró Carlota Keim y Laura Filbà- como del Satestrat II -Aleix Coma y Lluís Portella- se realizaron a partir de las diez de la mañana y resultaron exitosas, según informó el sábado el Diari de Girona, pero la recuperación de ambas sondas aún no ha podido hacerse efectiva por la pérdida de señal. Las simulaciones realizadas, tras su llegada con el globo a los 35.000 metros de altura, preveían un aterrizaje cerca de Pontós pero los aparatos no habían aparecido el sábado.
El Cosmosafi, puesto en marcha por las chicas de Mataró, debía detectar radiación cósmica, básicamente rayos gamma, a través de un contador que mide la radiactividad. Iba acompañado también de un GPS y una antena de radio entre otros aspectos técnicos para conseguir saber el punto de aterrizaje después de haber llegado a unos 35.000 metros de altura. Los resultados obtenidos serán la base del trabajo de investigación de las estudiantes de bachillerato Carlota Keim y Laura Filbà, que contactaron con los estudiantes bañolenses en marzo iniciando así su proyecto.
La recuperación de la Cosmosafi es imprescindible para saber si la sonda ha podido detectar los rayos cósmicos antes de que se desintegren en la atmósfera -objetivo del trabajo de investigación de Keim y Filbà-. Aunque la señal de radio fallara durante el ascenso confían en que la videocámara incorporada dentro del aparato habrá podido registrar el sonido del zumbador conectado al contador Geiger-Müller en caso de que éste haya detectado rayos gamma.