Centenares de personas participaron este domingo en la arrozada popular organizada por un grupo de comerciantes del barrio de Rocafonda de Mataró. Los participantes no dejaron casi ni un grano de arroz en la paella ni mucho menos rastro de los otros condimentos – entre ellos las costillas de cerdo- con que se aderezó. Nada extraordinario como noticia de no ser que la paella en cuestión posiblemente ha sido la más polémica nunca cocinada en Mataró a cuenta de sus ingredientes.
La polémica surgió hace unos días cuando los organizadores a la hora de querer ahorrarse jaleos para poder organizar la arrozada en la vía pública pidieron a la Asociación de Vecinos del barrio que les gestionara los permisos. Esta entidad aceptó tramitar el permiso en su nombre pero a cambio pidió que la paella no llevara cerdo y que no se sirviera alcohol. Los organizadores se negaron y optaron por tramitar los permisos a través de la entidad dels horts del bon recés.
La polémica estalló en todo su apogeo cuando el caso se hizo público y diversas entidades y personas se empezaron a posicionar a favor de unos u otros. Desde la asociación cultural musulmana Al Ouahda, entidad que gestiona el oratorio del barrio declaraba en las redes que esta paella. «No es un acto popular, ni solidario ni representa a nadie». Ahora esta entidad llevará la cuestión al Consejo Territorial de Rocafonda, donde están representadas las entidades del barrio.
La cuestión está caliente y también hay quien pretende pescar en este río revuelto. La regidora de Plataforma per Catalunya de Mataró, Mònica Lora se fotografió ayer junto a la paella y colgó este mensaje en las redes sociales: “Hoy dando apoyo en Rocafonda a los vecinos que han organizado la paella popular de cerdo que ha traído cierta polémica y varios intentos por parte de algunas entidades para que no se hiciera. Esperemos que el próximo año se repita. Nuestro compromiso y respeto para aquellos que quieren trabajar por sus barrios de toda la vida”. Por supuesto, el mensaje mereció toda clase de réplicas en todos los sentidos inimaginables. Una humilde paella que ha tenido en vilo a un barrio entero.