Una juez de Mataró ha condenado a un agente de seguridad de la discoteca Titus El Masnou por impedir la entrada en el local de un chico negro, alegando motivos raciales. Los hechos ocurrieron el verano de 2012 y, según recoge la sentencia, además de no dejar entrar el joven en la discoteca, el vigilante también le golpeó, rompiéndole dos dientes, la nariz y el labio. Por todo ello, la juez impone un año de inhabilitación como profesional la seguridad privada y varias multas e indemnizaciones que ascienden a cerca de 7.000 euros. Según el relato de la juez, la víctima iba con un amigo en la discoteca y al llegar a la puerta el vigilante de acceso les dijo que «el negro no entra». A partir de ahí se desencadenaron el resto de hechos.
La madrugada del 3 de junio de 2012 dos chicos se disponían a entrar en la discoteca Titus El Masnou. El control de la puerta, el vigilante condenado cerró el paso al chico negro y, al pedirle explicaciones, le golpeó en la cara. El muchacho perdió el conocimiento, se le rompieron dos dientes y tuvieron que darle puntos en la nariz y el labio. Los hechos han sido reconocidos tanto por el agresor como para la víctima y el caso ha acabado cerrando con un acuerdo entre las partes y la fiscalía.
La sentencia condena al agente de seguridad a un año de inhabilitación profesional por denegación discriminatoria de prestación privada y a una multa de cerca de 1.500 euros por el delito de lesiones. Además, el agresor debe pagar 5.500 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños morales y las secuelas de las lesiones físicas de la víctima.