El Ayuntamiento de Premià de Mar ha lanzado un llamamiento para que aquellos particulares que dispongan de pisos vacíos los puedan poner a disposición, en régimen de alquiler, a los afectados de la explosión del domingo que provocó un muerto y varios heridos. Tras reunirse con Vivienda de la Generalitat para la cesión de pisos en posibles afectados, el consistorio hace ahora un llamamiento a través de redes sociales para tratar de ampliar el abanico de posibilidades. En un tuit, el Ayuntamiento pide viviendas de alquiler «de corta duración» para periodos de entre dos meses y un año. Esto es porque las necesidades de realojo de los vecinos varían en función del estado de cada uno de los bloques afectados por la explosión.
Por otra parte, hasta este martes cerca de 200 personas se habían dirigido al Centro Cívico de Premià de Mar en busca de atención social, psicológica y jurídica. En total son más de 80 familias las afectadas por la explosión y, según datos que ha facilitado el Ayuntamiento, se ha proporcionado atención psicológica a 45 personas. A partir de mañana se empezarán también sesiones de terapia grupal para los afectados y también, de manera específica, para las familias afectadas con niños.
En estos momentos hay 47 vecinos afectados del edificio de Gran Vía 196-198 que aún no pueden volver a su domicilio. Hay 15 más del de Gran Vía 192 y 20 del de Elisenda de Montcada 39. Algunos de ellos tardarán meses en poder hacerlo.
La noche del lunes al martes el Ayuntamiento facilitó alojamiento a 14 personas y para esta noche pasada lo habían solicitado 16 personas. El resto han preferido alojarse en casa de familiares o amigos. Además, entre ayer y hoy el Ayuntamiento ha facilitado comida a 81 personas y cena a 83.
En paralelo, sobre el terreno se trabaja ahora en asegurar el edificio siniestrado antes de que puedan comenzar las obras de rehabilitación de las partes más dañadas. Hasta que esto no ocurra no se podrá acceder tampoco a los edificios colindantes y los vehículos no podrán circular por la Gran Vía de Lluís Companys para evitar vibraciones. En el resto de bloques los trabajos de reparación son más sencillas, ya que sólo se trata de daños estéticos, cortes de suministros o puertas y ventanas reventadas.
La investigación policial sobre las causas de la explosión, sobre si ésta fue accidental o pudo ser provocada, está prácticamente paralizada ya que el mal estado del edificio siniestrado impide que puedan acceder los agentes de la policía científica para realizar una primera inspección ocular, que inicialmente estaba prevista para este martes, pero que ha tenido que posponer hasta que el acceso al edificio sea del todo seguro.El caso continúa bajo secreto de sumario y se mantienen abiertas todas las vías de investigación.