Los Mossos han detectado un nuevo tipo de estafa, que han llamado «del retrovisor», y en la que los estafados han llegado a pagar hasta 1.500 euros a los estafadores. La mecánica es la siguiente: provocan un pequeño choque con el coche de la víctima, le aseguran que les ha roto un retrovisor, lo convencen que la culpa es de él y le reclaman un pago en metálico.
Para hacer creíble esta demanda, los estafadores se presentan como extranjeros de paso con un coche de alquiler, también extranjero, y simulan tener mucha prisa. También simulan una consulta telefónica para gestionar la colisión con las compañías de seguros.
La llamada, sin embargo, no se hace a ninguna compañía, sino a un cómplice suyo, y la pasan a la víctima. La persona que habla por teléfono le cuenta, con tono profesional, que la tramitación de un accidente entre vehículos de países diferentes es muy lenta y muy cara y le aconseja pagar en efectivo la reparación.
También asegura al timado que recuperará el dinero a través del seguro. Con todas estas simulaciones, algunas víctimas se avienen a pagar e incluso los estafadores han llegado a acompañarlas hasta un cajero automático para sacar dinero.
Se han llegado a estafar entre 1.200 y 1.500 euros con este método, aunque los estafadores también se han conformado con menos dinero. Los Mossos han asegurado que tienen constancia de algunos casos en Cataluña.