Agentes de la Policía de la Generalitat – Mossos de la División de investigación Criminal (DIC) resolvieron en septiembre de 2017 un crimen que se había cometido en 2000 en Montgat.
Los hechos se remontan a marzo de 2000 cuando en un domicilio de Montgat se encontró el cadáver con signos de violencia de un hombre de nacionalidad ecuatoriana que cuidaba un hombre anciano con incapacidad. Se da la circunstancia de que, en el momento del crimen, este hombre estaba temporalmente en una residencia para ancianos.
La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación ya que era el cuerpo competente en la zona en el año 2000. En la escena del crimen encontraron al hombre muerto, completamente desnudo, que presentaba varias heridas de arma blanca por todo el cuerpo. Además había algunos elementos que enseguida hicieron ver los investigadores que se encontraban delante de un asesinato con connotaciones poco habituales: el autor de los hechos había dejado una flor en la oreja de la víctima y había hecho inscripciones en la pared con sangre donde decía «Hitler tenía Razón» y «KKK». Es por ello que en el primer momento se atribuyó connotaciones «racistas» al asesinato.
El homicida borró de la escena del crimen las huellas y los restos de ADN con el objetivo de dificultar la investigación policial. En 2003, cuando ya habían pasado tres años del homicidio, una prima de la víctima recibió una llamada telefónica en la que sintió una grabación de una voz masculina que decía algo similar a «no me mates». La chica vio una coincidencia entre la voz de la locución y la de su primo. Por otro lado, en la tumba encontró un ramo de flores que ni ella ni ningún otro familiar había depositado nunca. Estos nuevos elementos abrían una brecha en la investigación que podían conducir a la identificación y detención del autor del asesinato.
Con estos nuevos datos, la Guardia Civil hizo gestiones de investigación respecto del teléfono desde donde se había hecho la llamada a la prima de la víctima. Estas pesquisas policiales aportaron numerosa información aparentemente relacionada con el tráfico de drogas, pero finalmente no se encontró ninguna relación con el homicidio investigado.
En el año 2016 la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Badalona ordenó a la Unidad Central de Homicidios y Agresiones Sexuales de la División de Investigación Criminal la reapertura del caso y el inicio de nuevas líneas de investigación destinadas a el esclarecimiento de los hechos y a determinar la autoría del asesinato.
Esta unidad centró su investigación en varias personas que eventualmente pudieran tener alguna conexión con el crimen y se estudió y reconstruyó el pasado a través de varios mandamientos judiciales. Paralelamente se llevaron a cabo interrogatorios a muchas de las personas que durante aquella época habían acumulado delitos por tráfico de drogas, amenazas y agresiones sexuales.
En el transcurso de las tareas de investigación los agentes localizaron varios anuncios de contactos en publicaciones de ámbito comarcal que habría utilizado el autor del crimen para contactar con su víctima cuatro días antes de asesinarla.
Un año después de haber iniciado la investigación los agentes informaron a la autoridad judicial de la identidad del autor del crimen y le trasladaron que tenían constancia de quese había ido a Colombia después de haber pasado un tiempo en el ejército español.
Ante esta realidad la jueza instructora del caso emitió un mandato judicial con el fin de que los agentes pudieran colaborar con las autoridades de Colombia y para que llevaran a cabo una entrada y registro en el domicilio del investigado, ya que los investigadores tenían la certeza de que encontrarían indicios que relacionarían el arrestado con el crimen cometido diecisiete años atrás, a pesar del tiempo que había pasado.
Finalmente el 02 de septiembre de 2017 las autoridades colombianas detuvieron al investigado en Colombia que ingresó en una cárcel del país a la espera de ser extraditado posteriormente en España.
Uno de los elementos que ponen de relieve la complejidad de la investigación se ejemplifica en la reconstrucción que pudieron hacer los investigadores del itinerario en tren y todos los movimientos que hizo el homicida desde su domicilio de Vilafranca del Penedès hasta en el domicilio de la víctima, en Montgat. Del mismo modo también se reconstruyó el regreso a su domicilio después de cometer el asesinato. Los investigadores también han podido localizar, dieciocho años después, a varias personas a las que el autor había confesado el crimen en 2000.
En estos momentos la autoridad judicial está a la espera de que las autoridades colombianas realicen la extradición del arrestado para que se lo traslade a una cárcel de nuestro país a la espera de que se haga el juicio.