
La guerra- primera institución sin la cual no puede explicarse lamentablemente la Humanidad, nos dio paradójicamente los mayores avances de la tecnología que disfrutamos. Paralelamente, la política, asimiló también esa principal actividad al presunto homo sapiens. El Arte de la Guerra escrita por Maquivelo (S,XVI) aplicada a la diplomacia, y muchos siglos antes el mismo libro de Sun Tzu en China ( 544 a.c.), son buena muestra de ello.
La conclusión de ambos libros, es el empleo de la astucia, la diplomacia, el espionaje, el contra espionaje, no enfrentarse a un rival superior en número, menos sin ejército, usando incluso la magia o el lenguaje como verdadero arte del engaño. En nuestro actual contexto político español, condicionado incomprensiblemente por el tema nacionalista y la corrupción, que da para más de un chiste para cualquier observador extranjero, sabedor que además analiza la cuna del país origen de la novela picaresca, y es qué de picaros va también precisamente la cosa, si observamos con atención la propuesta de nombrar un “relator” para el dialogo entre Generalitat y Gobierno central, ese es el verdadero Caballo de Troya, luego como paja, se incluyen otras veintiuna sorpresivas, infantiles e inviables propuestas, pero que una vez, realizado el maquiavélico conglomerado de todas ellas, servirían para hacer verdadero hormigón armado a los insumisos separatistas.
El receptor de esa extravagante y esperpéntica propuesta, es este caso Pedro Sánchez, que comete un doble error: 1) irse a los antecedente históricos del Fuero real del Ordenamiento de Alcalá o incluso a las Siete Partidas de Alfonso X, que asimila dicha figura como mero “oidor”, Letrado que relataría los expedientes ante los altos Tribunales; 2) para verificarlo, luego, se estudia la lacónica e incompleta definición de la R.A.E.: persona que relata una “cosa”. Pero es que los esenciales bienes jurídicos que están en juego (integridad territorial, legalidad, constitucionalidad….) no son precisamente una cosa genérica y sí fundamental, por lo que dicha terminología, no coincide precisamente con su verdadero significado jurídico que en política le han otorgado los principales organismos internacionales, caso de la O.N.U que más bien lo asimila a un “experto independiente designado por el Consejo de Derechos Humanos para informar sobre la situación de un país o un tema especifico de derechos humanos”. En otras palabras, el Caballo de Troya, pretende en fraude de ley, aislar el conflicto de las sólidas normas internas que a su vez, coordinan perfectamente con las normas y Tratados internacionales ratificados por España sobre derechos fundamentales y libertades públicas que consagra nuestra CE. En su art. 10.2.

Con dicha estratagema, se intenta nuevamente internacionalizar el conflicto, en parte también para desprestigiar y neutralizar el juicio ante el TS. por graves delitos varios, incluyendo el de rebelión, todo ello, en aras a defender un inexistente derecho de autodeterminación, que salvo en Etiopia ( que aun así requeriría ratificación por 2/3 de su Parlamento) y una pequeña isla de los mares del Sur; por lo que acorde al derecho de la O.N.U., sólo estaría vigente para el tema de la descolonización, que obviamente, no es el caso.
En cuanto a la paja, como hemos dicho, inicialmente causa hasta risa ( omitir la vía judicial – que incluso es manifiesta prevaricación y que confirmaría la presunta organización criminal por la que vienen acusados los que se sentarán en el banquillo-; afirmar la mala calidad democrática de España – cuando los más prestigiosos organismos internacionales la sitúan entre las primeras del mundo con notable alto-; no gobernar en contra de Cataluña – para resarzar el ya tergiversado 1.714-; no amenazar con la nueva aplicación del 155 – pese a la persistencia en las continuas ilicitudes autonómicas-; frenar el deterioro de la imagen de España- precisamente por quienes mayoritariamente llevan años causándolo-; ética política – como guindilla final del pastel esperpéntico- ; así como el resto de absurdos, que ya omitimos para no cansar al lector.
El envoltorio del caballo, desdentado, bizco, y con un rabo más grande que el mismo demonio,- más propio de la imaginación de un adolescente de 14 años-, lo presenta el mismo Presidente de la Generalitat- elegido teocráticamente por el arte del dedo-, que más bien parece gobernar como “particularidad” de una minoría que quiere si o si, dominar a la mayoría contraria, silenciándolos precisamente con las instituciones supuestamente democráticas que representa, pero que en realidad tiende más a la teoría del “ tirano”, ya sagazmente delimitado con precisión en las propias Partidas de Alfonso X ( dividir y crear pobreza en el pueblo para fidelizarlo, gobernar por y para una concreta élite); personaje que juega con una ventaja añadida: no ser conocido precisamente por sus cualidades superiores intelectuales a diferencia de alta estima en que parece tenerse, aspecto que hace bajar la guardia al interlocutor, al no ser consciente de la enorme trascendencia jurídica real del galimatías que ello supone , y que solo alcanza a ver, las supuestamente superables absurdas exigencias infantiles del adversario; receptor que en aras de perpetuarse igualmente en el poder, ve oportunistamente una posible victoria a través del supuesto pacto y dialogo, cuando en realidad, lo están llevando al huerto, y por añadidura, provocando que se levanten nuevamente las espadas en su partido, nueva crisis, que perfectamente podría desembocar en el aniquilamiento interno, emulando así lo que inconscientemente hizo en su día el Sr. Mas con CiU.
No hace mucho, si se hiciera memoria, un peculiar y despistado relator de la ONU., relató subjetiva e interesadamente, es de suponer, un informe, en el cual informaba sobre posibles infracciones de derechos humanos el 1-0, lógicamente rectificado posteriormente por la propia ONU.
Al cerrar este artículo, llega la noticia de que el Gobierno ha reculado por la presión de la calle y de su propio partido, lo cual, no quiere decir que renuncie a continuarlo en privado. Si ello es cierto, no podrá ampararse en los simples observadores previos de otros gobiernos, pues aquello era para evitar, que no para crear un entuerto como es el presente caso, donde lo más lamentable, es que se está jugando con la soberanía e integridad territorial por una simple aprobación de presupuestos, extraordinario precio para un simple plato de lentejas.